IO?

Non so se mi vedete come mi vedo me stessa... e non so se sono capace di vedere quel que io dico: IO

sapin noël


Petit message d’une italienne qui adore habiter à Paris :

En plein COP21 nous nous sommes manifestés des différentes façons comme c'est le cas de la colossale mobilisation proposée par Avaaz avec des milliers de nos chaussures déposées sur la Place de la République à Paris.
C'était génial!
Maintenant c'est Noël qui arrive, avec cette petite tradition du Sapin, très sympathique notamment pour les enfants.
Mais on se contredit si on pense à héberger un petit arbre qui deviendra un cadavre condamné à se mêler avec la poubelle.
C'est à nous de rester cohérents!

● Je fais appel à l'Esprit écologique de chaque personne pour  y réfléchir, pour bien se Renseigner avant de prendre toute décision, et pourquoi pas, pour faire preuve de sa Créativité en faisant un Sapin qui n'attaque pas la vie.  
UN SAPIN VRAIMENT FAIT MAISON!

● Soyons éco-citoyens: il faut juste rechercher les organisations et les Mairies qui sont prêtes à récupérer les sapins pour les planter. On peut partager cette information avec nos proches et ramasser tous les sapins naturels qui seront jetés sur les trottoirs à la fin du Noël.

● Je sollicite l'attention des Dirigeants, des Entrepreneurs et des Médias sur l'importance de bien guider, de défendre et d'inspirer notre volonté de lutter contre le changement climatique.       C'est à Vous d’agir pour  ne pas étouffer cette volonté.
Malheureusement la profusion des Sapins Naturels à la vente (et la publicité invasive) prouvent qu’on a à l’heure actuelle un grand besoin des idées exemplaires, de réglementations définitives et des actions éducatives plus efficaces de votre part.  

●Au beau milieu de la COP21, UNE CAMPAGNE POUR SAUVER LES SAPINS pourrait faire aussi partie de votre engagement contre le changement climatique.


La peluca y el sombrero

La peluca y el sombrero
Érase una vez una peluca pegada a un sombrero.
Su brillante cabello negro, liso y mediano tenía un diseño tan elegante como el de las más bellas bailarinas. Llevaba el sombrero ajustado con un poco de pegamento transparente.
El sombrero era tan extraño como el de los jinetes que usan capa: era de suave paño negro, de ala corta y de copa baja con una pequeña curva en forma de sonrisa.
Como si fuera un sombrero con peluca o una peluca con sombrero, los dos estaban siempre abrazados, tranquilos y en silencio.
Una tarde de lluvia, la peluca con sombrero despertó de sus divagaciones románticas cuando la silueta de dos personas empapadas se había detenido a admirarla, deduciéndola  tras los hilos de agua que se deslizaban por la vitrina. Después, como siempre se desvanecieron, quizás para escabullirse entre las luces de la ciudad, o tal vez para entrar al almacén y comprar cualquier baratija de mal gusto.
Pero esta vez, tras el tintineo de la campanilla de la portezuela, la peluca con sombrero escuchó dos voces claras y juguetonas, que trazaron un nuevo rumbo en su destino: los esposos Froilán,  al verla exhibida entre máscaras, capas y luces, no aguantaron la tentación y la compraron emocionados llevándola a casa.
Aún así, con el tiempo la peluca con sombrero se resignó a pensar que su destino era solo una gran mueca burlona: en una sola ocasión la señora Froilán la usó como disfraz en una fiesta de “Halloween”. El resto del tiempo ellos, aquellos esposos que a primera vista la idolatraron con mirada empapada, la usaron como cesta para cargar las frutas, como depósito de llaves, lápices y pastillas para la jaqueca, y lo peor de todo es que llegaron a utilizarla como plato para servir caramelos y como cálido tapete para el perro.
Así, un día en que estaba arrojada en el suelo frente a la tele, la maltratada peluca con sombrero sufrió un accidente: el sombrero se despegó de la peluca hasta quedar completamente separado. Cuando la peluca vio por primera vez a ese sombrero que siempre había estado unido a ella, se sintió maravillada y el sombrero, al ver tan hermosa peluca supo que serían los mejores amigos. Pasaron muchas horas agradables ahí, frente a la tele soñando con el mundo de las películas francesas: por eso él decidió llamarla Mademoiselle y ella lo llamó Monsieur. Pero un día, su agradable pasatiempo se vio truncado cuando los esposos Froilán decidieron organizar un poco la casa y los guardaron en un oscuro armario, en repisas diferentes, lejos el uno del otro.
—Mademoiselle, no te preocupes. Pronto reiremos juntos frente a la tele. Dijo con dulzura el sombrero negro intentando consolar a su amiga que lloraba a lo lejos, pero pasaron muchos días y no sucedió nada.
El polvo ya cubría los abrigos más viejos, el sombrero y la peluca. Estaban tan tristes que ni siquiera el sombrero tenía fuerzas para consolar a la peluca. Hasta que una noche, desde el oscuro armario, el sombrero escuchó una melodía que provenía de la tele. Era una canción que decía: Si tú estás en París y la luna te acompaña ahí, una lluvia de estrellas hará las cosas más bellas y la magia vendrá por fin.
El sombrero negro prestó atención a cada palabra y tuvo una gran Idea que debía comunicarle a la peluca: — ¡Eso es! Mademoiselle... Mademoiselle... soy yo Monsieur. ¿Escuchas esa canción?
— ¡OH! Deja de fastidiar. Me estás ensuciando. Interrumpió con antipatía un elegante abrigo rojo. Era el favorito de la señora Froilán y acababa de llegar de la lavandería. La peluca estaba tan desanimada que no quiso responder, pero el sombrero insistió: —Mademoiselle, creo que la magia está en la luna de París. ¡Estamos a salvo!
—No te hagas ilusiones compañero: muchos de nosotros, así como ustedes dos, quedaremos enterrados en el polvo porque ellos nos han olvidado. ¡Ninguna luna de París! Yo antes era el abrigo que el señor Froilán utilizaba para salir a caminar en la noche, pero hace dos años no veo las luces de la ciudad y sus bocanadas de enigmática confusión. No somos nada, estamos encerrados en medio de la nada. En  cualquier esquina, aquí o allá: las botas grises perdieron un cordón y ahora, junto a la bufanda azul sostienen una montaña de pesados maletines. ¿Comprendes? Dijo un viejo y gordo abrigo de voz ronca.
—Es cierto, Monsieur. No hay nada qué hacer. Respondió la peluca con voz llorosa, pero el sombrero, creyéndose poeta y loco, no se dio por vencido diciendo: —No, yo sí creo en esa magia. Escuchen todos acá en el armario: tengo un plan para salir y librarnos del polvo.
Mientras el sombrero negro, con tono “Hollywoodense” intentaba convencerlos a todos acerca del plan, los esposos Froilán ya dormían profundamente. De repente un ruido estrepitoso proveniente del armario despertó a los esposos. Ellos se acercaron temerosos pensando que se había metido un animal feroz, pero cuando lo abrieron se dieron cuenta que todos los abrigos, camisas, faldas, pantalones y bufandas estaban en el suelo y encima de todos ellos estaban la peluca y el sombrero. Todo estaba cubierto de polvo.
Indudablemente, el sombrero sonreía de satisfacción al ver que, contra todo pronóstico de los escépticos, el plan arrojaba sus mejores resultados: los esposos, sin más opción que la copiosa labor de limpiar cada cosa, comenzaron a recordar cuántas razones e historias había en esos elementos valiosos que habían abandonado en el armario.  Entre copas y juegos de niños se probaron todo, y notaron que era importante volverlos a utilizar.
El turno llegó entonces para los protagonistas de esta historia, quienes aguardaban con misteriosa calma: el señor se probó el sombrero negro, la señora Froilán lo hizo con la peluca, y un rayo de luna entró por la ventana.
La peluca y el sombrero proyectaban sus sombras de piedra, inmóviles, silenciosas, cómplices: los esposos se recogían ante una inexplicable sensación de libertad y un palpitante deseo de pasear por la ciudad nocturna.
Así fue: esa noche, las calles de París acompañaban a los embriagados esposos mientras la luna iluminaba a Mademoiselle y a Monsieur que se miraban sonrientes agradeciendo haber saltado, libres, en medio de la nada.

FIN

scienza

               

scienza

                                                 

scienza

                                                   

scienza

                                                                 

NON, ILS NE SONT PAS TOUS DES CHARLIE


J'ai peur des fanatismes. Charlie a trop d'amis ... d'amis comme ceux qu'on peut trouver à facebook. 
Le monde cherche de se rassembler autour d'une image qui devienne un besoin irrationnel: il faut juste dire "like" sans y réfléchir, et c'est bon, t'as participé aussi!!!
 Les mots, leur signification et leur poids s'effacent au milieu de la foule folle!!
J'ai peur de savoir la cause de chacun qui se dit Je suis Charlie.

Fragmento di Fumetto "Paris Brocante"


Ce n'est pas un film d'horreur, ça existe en France

Made in France.... yes, it's true and it's their pride...but french people would rather vomit instead of eating their so called "biscuits traditionnels français". 
So, turists fall into this very well made trap to take some souvenirs back home. 
Their tempting "look & feel", the little two tresses girl all drawn in the paper bags, the self service and price by weigh style, and the gentle greeting of all their polyglot employees it's the marketing secret of this Big Farce.
It's an industrial production which makes quality decrease to promote the rise of quantity.

Les Chiffres, les chiffres... that's what they really mind, no matter the sanitary problems such as mice infestations in some shops, no matter the security and misstreatment of their employees, no matter if the cookies get more hard and artificial each time!!

It was conceived by a petroleum engineer who was tired of having to leave his country because of his work until he came up with this "fantastic idea".
He made it, he's rich at home! 
Now, as in petroleum business,  he "draines" his employees' lives and environement up to the last ressource. It's an american style enterprise, born and located in France to mock on everybody, especially on the foreigners customers or employees.
It's easy to discover: search for the smiling little girl into  the most shining yellow shop ... then if you dare, try the biscuits they'll offer you at the entrance:
Bonjour, bienvenu. Tenez, une petite dégustation... C'est tout en  libre service, vous avez des gants et des sachets et ça fonctionne au poids 


Día Internacional de la Mujer 2013


MENSAJE DE ONU MUJERES
Hoy, y todos los días, decimos NO a la discriminación y la violencia contra mujeres y niñas.
NO a la violencia doméstica y los abusos.
NO a las violaciones y la violencia sexual.
NO a la trata de seres humanos y la esclavitud sexual.
NO a la mutilación genital femenina.
NO al matrimonio infantil.
NO a los asesinatos cometidos en nombre del honor o la pasión.
NO al feminicidio.
NO a la impunidad.
Y decimos SÍ a la paz, a los derechos humanos, la justicia y la igualdad.

Quiero agregar unos cuantos NO a las mujeres que también son responsables por la degradación de la imagen de la Mujer:
NO a las mujeres Maniquí, que alteran su cuerpo para promulgar una falsa belleza en beneficio del consumismo.
NO a las mujeres Super-Empresarias que borran su sensibilidad y feminidad en aras de su progreso profesional y económico.
NO a las mujeres Sexistas.
NO a las mujeres que confunden la Feminidad con la Vulnerabilidad.
NO a las mujeres que no comprenden la Sensualidad.
NO a las mujeres que creen que tienen más derechos que los Hombres.
NO a las mujeres Inhumanas.
NO a las mujeres que desconocen el don de la Fecundidad.

                               CLICK para saber de Rufus Suites

Recomiendo este libro a quienes aman la vida y anhelan ser algo más que un ser humano

R.I.P.

No pasa nada... pocos han buscado y estudiado las múltiples causas... y miles han sido sordos a las múltiples soluciones. Mientras ellas desaparecen todos se encogen de hombros ante el ideal de una civilización que respeta la vida misma. 
A todos les queda más fácil tragar entero las mentiras que dicen los medios de comunicación, y seguramente les es más cómodo sabotear a un Alcalde que quiere educar a toda una manada de borregos para que comiencen por reciclar en casa.
Eso es Colombia: una tierra rica en vida, en naturaleza... una tierra pobre en verdaderos seres humanos. Es el país con más especies de ranas arlequines (Atelopus) y es el país más pusilánime a la hora de enfrentar su irresponsabilidad frente al medio ambiente. 
Costa Rica y otros paises verdaderamente luchan por salvar sus especies endémicas. Colombia lucha por hundirse más en la ignorancia, pero todos sacan pecho incluso hablando de su flora y fauna... sin entender que debe ser una desgracia para estos seres vivos el hecho de existir ahí.
El libro rojo es la recopilación más triste: son miles de especies en vía de extinción. 
Es el estudio de esos pocos que anuncian a gritos el ocaso de la vida.

A Pig-headed child

ELEMENTARY SCHOOL
Bogotá-Colombia 

English Writting task 1.
Find the propper definition for the term Pig-headed Child: 
Pig? Well, according to Orwell's Animal Farm, yes! The pig is the one who's subjugated to his idea of animal inequality.
These kind of Pigs stroll around the city malls and streets to perpetuate their own family tradition of parading their flamboyance.

Headed? It's about having a mentality of a certain type... Mentality?...
Oh, well! Whitin their chump there's a muddy defectuous mind filled with twisted social roles imparted by their own parents who've learned to shield their own frustrations through the over-limited procurement of material goods, ephemereal pleasure and ignorance.

Child? It's the human race existence period from the fetus to the teenager phase; the so called 'time of innocence'.

So, one Pig-headed Child is a spoiled kid who could be able to steal his own grandmother, to burn his own doghouse, to pay for his foe's assault without even understanding whether it's right or wrong.

English Writing task 2
Write one sentence including the preceding term.
 Behind the crimes of a Pig-headed Child there's always Daddy who's gonna hush and pay them all.



Viaje en bus bogotano

El sol me quema... indolente... se burla de mí.
Estoy sentada intentando permanecer erguida ... abrazando un no sé qué invisible... algo tan frágil o tan líquido que podría derramarse por doquier.
Imposible, el sol no deja de quemar, no dejo de chocar contra mí misma y los demás : no quedará una sola gota.
¿Por qué no puedo evitar temblar, por qué ellos tampoco lo logran?
Miro sus rostros y creo que también llevaron alguna vez algo inocente e invisible entre sus brazos, y ahora su mirada muerta y resignada se apega a la nada.

Una música estridente y unas voces sarnosas se burlan de nosotros.
Parecemos presos e irónicamente somos libres, parecemos muertos y extrañamente podemos escapar corriendo, parecemos vacíos y tristemente tenemos cerebro, memoria, sentimientos y sueños para poder cuestionar este absurdo viaje.

Ahora me pongo de pie, avanzo en contra de la gravedad y del terremoto: una barra, otra más adelante y la última... He pisado y golpeado a unos cuantos para lograr avanzar.
He llegado a la parte trasera pero debo continuar aferrada a la última viga si no quiero caer al vacío.
Luego tendré que  mover rápidamente mi mano y presionar el botón rojo. Sé que todos me odiarán.
No miraré hacia abajo ni hacia arriba. Simplemente esperaré...

!Psss! !Taprrum- Pa!
Se abren las puertas celosas y escapo descendiendo antes que éstas trituren mi carne con sus aspas.
Ahora estoy en la calle: veo que los demás están atrapados allá tras las ventanas.
De nuevo el temblor se los lleva y se alejan mirándome con deprimentes muecas de envidia.

LET US HEAR BARBIE'S ANNIVERSARY SPEECH!!!


Hoy se celebra con orgullo el quincuagésimo tercer aniversario de la muñeca más famosa del mundo. Ella sigue recogiendo muchos triunfos, invadiendo nuestras casas y  nuestras mentes... La pobre, con sus rosaditas piernas que toda mujer de carne y hueso envidia desde niña, ha tenido que abrirse paso por un escarpado camino, y no ha encontrado más remedio que destruir el planeta para poder subsistir y alcanzar este nuevo escalón de éxito. Bueno... felicidades Barbarita...chin chin... Y ahora el discurso: ¡Habla Barbie!¡Habla!

El precio de existir en un país como Colombia

Me levanto cada mañana y me doy una ducha haciendo uso del agua que pago a los ladrones.
Tomo el desayuno haciendo uso de los alimentos que pago a los ladrones.
Trabajo en mi ordenador haciendo uso de la energía eléctrica que pago a los ladrones.
Tomo un autobús haciendo uso del tiquete que pago a los ladrones.
Voy a consulta médica haciendo uso del seguro que pago a los ladrones.
Recibo mi sueldo haciendo uso de los impuestos que pago a los ladrones.
Los ladrones pagan por su ubicación al amparo de otros ladrones que a su vez pertenecen a un escalón más alto al amparo de otros ladrones que son miembros de un nivel superior amparado por otros ladrones que están más arriba, gloriosamente amparados por otros ladrones, y arriba, y más arriba, arriba, arriba y arriba.
Abajo estoy yo... y aunque no lo quiera así, pago el alto precio de existir convirtiéndome en otro ladrón.

L'allodola

Ogni giorno vedo le stelle:
uno specchio al di là dell'atmosfera
che avvolge la lamina sottile sottile
a trattenere il primo fiato di vita,
di vita.
La casa è pesante.
È affollata.
È rovinata.
È stanca.


È la storia del volo.
L'allodola la vuol tanto bene
che non riesce a lasciarla in disparte.
Quindi distende le sue bianche e verginali ali
tutte legate al tetto,
sorridendo alla luna.
Quando viene la farfalla,
l'eterna amica...
a fare compagnia,
se la sente di parlare con le stelle
e con la luna di fuoco
che loda i poeti pazzi.
Ma questo l'avvicina a quel sottile velo
dove l'intuizione della libertà
la potrebbe costringere ad oltrepassarlo.
Voliamo.
Voliamo.
Ma, l'allodola ...
-Non senti la fierosia del vento,
  la gelosia delle nuvole,
  il pianto delle stelle e della luna?
 C'è un lamento disperato...
 Lo senti il fragore?
 È un incubo,
 é forse la voce persa nel buio...
 Ma dove sono i poeti pazzi?
 Tutto è una smorfia; anche te, cara amica...
 Via!
 L'incantesimo sparì quando lasciammo...
 Dov'è la casa?
 Eccola!
 Però... ho paura di ritornare...

La sombra de Catalina

Este fin de semana fuimos a teatro.
Nos detuvimos en la entrada para esperar unos amigos.
De repente entre un grupo de gente bulliciosa que se aproximaba, apareció una persona que desde hace muchos años no veía y que había marcado en mi mente el amor por la libertad creativa del artista.
Era mi profesora de voz en el programa de teatro.
Siempre me empujaba con su mirada penetrante y silenciosa, y me hacía sentir libre: de repente mi imaginación volaba y ella, con su silencio de espectadora me hacía entender que eso que estaba en mí era completamente mío.
Ella se llama Catalina y su voz es ronca y cruel; hiriente cuando señalaba la mediocridad y alucinante cuando reía de fascinación o cuando cantaba una melodía que debíamos seguir con devoción.
En cualquier momento, incluso fuera de clase, recuerdo que uno sentía que podía poner las palabras en sus manos pues ella sabía considerarlas con mágica sabiduría y reserva.
En mi memoria siempre permaneció como una de las pocas personas que sabía que las palabras tenían un poder absoluto. De hecho una vez la vi en escena con una obra de Molière, y simplemente irradiaba ingenio.
Un buen actor no se toma a la ligera un punto, una coma, ni una letra.
Con todos estos recuerdos que estallaron de repente en mi mente, balbuceé un poco quizás por los nervios, y la saludé. Ella, con sonrisa templada sólo dijo que tenía grabada mi voz, en su mente... supongo.
!Qué interesante respuesta!
Luego de presentarle mio amore y ante su silencio, que bien puede ser una especie de timidez de actriz, intenté preguntarle sobre su presente, pero ella ya había escapado hacia la turba con la que había llegado a las puertas del auditorio. Tan sólo levantó su dedo tal como lo hacía al reprendernos cuando habíamos masacrado el aire y una palabra, al pronunciarla con irresponsabilidad...
Bueno, así levantó su dedo diciendo - Disculpen - y giró hacia su gente.
Me quedé con mis palabras al aire, pero recordé cuánto adoraba su sincera crueldad. Ella tenía la cualidad de llenar una palabra con miles de vocablos invisibles, como si fueran los armónicos en una nota musical. Ese "Disculpen" sonaba a "tengo algo verdaderamente importante, estoy muy ocupada".
Y tenía toda la razón: quizás no había nada más que decir. Había sido suficiente. Sería ridículo forzar una conversación con alguien que vive y no sobrevive a través de las palabras.
Me quedé con mis palabras, pero con una sensación de bienestar, hasta que...
De repente Catalina se desintegró en jadeantes carcajadas, buscando de nuevo su pedestal entre la horda de jovencitos que la acompañaba, y ahí comenzó a tararear en intensidad ascendente una canción popular, luego entre alaridos lanzó comentarios adolescentes, egocéntricos y absurdos, y después dejó que su cuerpo se dislocara en una pose obscena.
Su papelón continuó pero por suerte nos alejamos porque habían llegado nuestros amigos.
Me sentí tan golpeada que aunque hayan pasado tres días después de ese encuentro, aún me molesta esta imagen.
Quizás ahora lo comprendo más, y todo radica en mi pánico al mundo del teatro... al real mundo tras el telón.
Me aterra no entender cómo un actor que es capaz de cuidar la intimidad de sus personajes, de cuidar sus sentimientos, sus palabras, sus gestos... su estética, puede de repente ser tan grotesco tras bambalinas, tan pretencioso y patético fuera de esa caja negra, creyendo que la libertad es tan sólo el abrir a sus anchas su asquerosa boca, hasta que nadie pueda evitar ver sus entrañas, sus caries y sentir su tufo.
Todos somos humanos, lo sé... pero un actor es un mago... un ser humano peligroso...
Prefiero ver a un actor asaltado por el efecto del alcohol, que a uno sobrio, regando sus pócimas por doquier, sobreactuando ridículamente, contradiciéndose tanto...
Sé que suena exagerado, pero de esa Catalina que conocía fuera y en escena no quedaba ni una gota.
Es peligroso ser actor... pues el orgullo puede ridiculizar hasta al artista más hermoso.
Yo también he sido así... y seguramente, como ser humano, puedo caer, pero este suceso me mantiene alerta: sólo me imagino que soy Catalina, que alguien me admira y me observa, y que mi sombra siempre me persigue porque las luces del escenario siempre me alumbran...
entonces no quiero deformar esa sombra...

Il ballo

Si toglie la crisalide come se avesse una giacca addosso: prima mano destra, poi sinistra. Mani dietro... "Plié"... Giro, avanti, punta del piede... Sorriso femminile e dolce... "Passé" ... "Flex"... Gira e gira infinitamente a braccia aperte...

...El arte...

Siento que el trabajo y la esencia de un artista es obvia en relación consigo mismo y con una Humanidad que siempre estará condenada a hurgar hasta el final. 
Este es el punto de partida y también su fin, pues tiene que decir algo a los hombres.
Los hombres son miles de espectadores del artista, que quizá en pocas horas se impregnan de su perfume único, elaborado  cuidadosamente durante mucho tiempo a través de la observación, la intuición y la disciplina. 
Es ese el momento crucial para el artista (aunque estoy pensando en el actor específicamente), porque lo que se expresa debe contener el Todo en cada detalle, condensado en un minúsculo lapso de tiempo. En ese micro-instante debe verse reflejada toda su travesía, marcada por los episodios entre los que oscila hasta descubrir el tinte de su alma. 
Kandinsky ha hablado de la reacción en el espectador, que viendo un cuadro "impreciso" queda cautivado y éste se incrusta en la memoria, sin que el espectador siquiera sepa por qué, ignorando que la magia se esconde en la esencia espiritual que hay en las cosas materiales y abstractas. No por las líneas, formas, colores y fuerzas fundamentales de la realidad, sino por el contenido; yo me atrevería a llamarlo el "mensaje" que es el que suscita transformaciones en el público. 
No sé si cuando uno estudia el mundo de las artes y sus técnicas, o cuando se dedica a observar y concluir, al expresarlo comete el error de hacerlo sólo para sí. Como si fuera una catarsis.
Puede ser válido, pero debe ser íntimo... De otro modo morirá a la vuelta de la esquina, cuando alguien quiera comprender: por eso creo que en el caso de un actor todo debería empezar por un camino poco estimado pero efectivo dentro de sus límites de lo concreto...  la publicidad, mecanismo de precisión que valiéndose de una sola frase, una sola idea, sólo se propone afectar a un "target"... 
Más que convencer al espectador del realismo de un juego de ilusión, ese actor, ese artista debe hacerse invisible como tal y tan sólo ser ese mensaje que ha de afectar e influir al público, un mensaje perfecto con cada palabra, letra, coma y espacio estudiados tras largas destilaciones del alma.
Debería ser la primera instrucción en un artista.
Luego todo lo demás nace de la ingenuidad como actitud de vida conociendo el tiempo y evocando los valores espirituales, psíquicos, sentimentales... y es cuando ese mensaje está listo para clavarse en la humanidad: es poesía 

Carta a una mujer siempre amada

Usted se ha convertido en la sombra más cercana a mi vida. 
Una sombra monjil y silenciosa...Una insinuación de perfume femenino 
y una negación de su propia naturaleza humana con ademanes de casta reserva.
Siempre quise lo que deduzco también en usted: ser una figura de belleza cristalizada, con diversos matices para ser admirada por todos los idólatras... Pero una belleza indolente y tiránica que... A la cercanía no dejaría derramar ni una gota de mi elixir para ellos... Obligándolos a permanecer en sumisa espera sin perder la fuerza de su amor...
Sólo habría de permanecer aquel que en realidad quisiera dar todo sin desfallecer... Hasta recibir el premio del amor burbujeante dentro de la belleza cristalizada.
Siempre lo soñé con la poesía, con los libros, con la mitología (bueno, la griega y la celta), con el arte, la música y el cine... Desde muy pequeña escribía a  la nada y me enamoraba de mi idea del amor, porque era en realidad desgarradora...
Siempre procuré tener a alguien a mi lado y creo que mi enamoramiento del amor era ya un reino entero... Con caminos y casas... Con grandes ventanas...
Y parecía que estuviera enamorada pues aquel que estaba junto a mi, recibía mi abrazo caluroso y cariñoso... Disfrutando un poco... Anonadado un poco... Mas finalmente hostigado, pues no había real amor.
Podría entrar un poeta, y juntos nos enamoraríamos de las palabras.
Luego se irían todos y yo sufriría... Pero... Al final me gustaba quedarme sola y deshecha en mi mundo. Siempre pensé que era sublime.
Muchas veces los que estuvieron ahí y luego escaparon, regresaban añorando cada detalle y apreciándolo aún más al descubrir que nunca iban a encontrar nada igual. Eso era suficiente para mí... Y una amable amistad tras vitrina era la que les ofrecía para tenerlos cerca y hacerles sufrir por no quedarse en casa.

Qué vacío cuando se da todo en medio de la locura... Qué vacío cuando se da todo o se regala todo, resignado a que no hay nada mejor... Qué vacío cuando ya no se expulsa del paraíso a los incendiarios que lo van destruyendo lentamente hasta el cansancio, y se van... Qué vacío... 
Pensé que el amor era un sueño; pensé que el amor era el más peligroso invento que mi frágil mente había creado para sentirse viva.
No quería creer más en el amor y con rabia me avergonzaba de ese mundo que había vivido dentro de mí. 
No entendía el amor.
Asumí la soledad, la máscara y el miedo... Pero a veces deliraba sola pensando en que alguien me seguía a escondidas y escribía, de pronto, un poema sobre mi suspiro al viento... Un poema más grande que yo, que me dejaba sin alma y sin aliento cuando lo leía por vez primera...
También a veces imaginaba que mientras alguien me hablaba, estaba recorriendo con devoción cada parte de mi rostro, sintiéndose elevado con mi sonrisa... Me gustaba llegar a imaginar sus pensamientos y eso me enternecía... cayendo luego de nuevo en la cruda realidad de mis desaciertos.

Pero... Es increíble cuánto adoro sus ojos verdes o amarillos y su piel blanca... Es increíble cuánto puede penetrar usted en el alma.
Es increíble cuántos temblores en el universo ha creado usted con su impasividad.
La envidio y la admiro... no sé si la odio.
Creo que debe ser un Ser impresionante, y seguro que si la tuviera al frente, la abrazaría con todas mis fuerzas... pero luego saldría corriendo.
No sé si usted es como mi reino del amor dentro de la belleza cristalizada... No sé si usted sea una creación divina... No sé.
Sólo sé que me voy lejos con la idea de usted y ... sufro con la idea de usted a través de las palabras de mi amor... 
Sí, mi amor que encontré palpitando entre la soledad, la máscara y el miedo.
Sí: sí existe. 
Lo encontré, enloquecí, lo acepté... Me reconocí completamente loca... Y todo parece indicar que vivimos felices en mi reino lleno de caminos y casas de ventanas grandes.
Digamos que el amor entró al reino del amor.
Claro, pero por muchos momentos siento que hay tanto de usted aquí, y la quiero, pero no la he invitado en ningún momento.
¿Es usted el amor? Pues... lo único que se me ocurre es que se haya infiltrado a través de las partículas en el aliento de voz del amor... O puede que usted sea parte esencial del amor... ¿Qué hago? ¿La puedo aplastar como a una mosca?
Claro, el zumbido de las moscas... Me hubiera gustado zumbar y zumbar por largo tiempo alrededor del amor, para hacerle estallar como un volcán de locura... No sé cómo no se me ocurrió antes: así mi reino podría ser más alto.
No. No se trata de eso. Es muy simple... A usted yo también podría hacerle una oda: yo la quiero también... Y la oda puede partir de mí en una fantástica fórmula matemática, en la que a un lado del igual habrá una sola cosa; al otro, un desarticulado balbuceo de elementos... 
(Parece que me he inventado que usted tiene todo lo que en mí carece: tiene lo que he temido no tener... tiene mis miedos).
Simplemente el igual es el tiempo... Y al final puede llegar usted, tarde, tras leer las rimas de su propio altar.
Yo estoy segura que si usted pudiera, habría retrocedido el tiempo para adorar el amor que siempre la siguió silencioso.
Usted sembró muchas palabras, muchas preguntas, muchos sueños y locuras, mucha pasión... mucho arte en el amor.
Usted es como el horizonte que a lo lejos parece una gradación al cielo y es preciso tocarlo con la punta de los dedos.
Usted es esa incógnita que jamás dejará de palpitar... Y aunque haya sirenas y ondinas a la orilla del mar, ese horizonte es el que siempre ha atraído a los descubridores.
Los poetas permanecen en la orilla y aman el dolor de no alcanzar el horizonte... El dolor es la oda al horizonte. Yo temo por la fuerza de eso allá tan lejano, entre palabras escondido.
El amor tiene una fuerza indomable que puede llamar a su puerta... Y como dije, usted puede llegar tarde... Cuando usted se acomode tras el igual, con su dulzura, su inteligencia, su belleza y su pureza, yo sabré que a causa de la resignación y la locura (de los dos), el amor no tuvo que luchar por mí: solo entró a su reino, durmió... y luego tendrá que irse tras usted. Ese día moriremos todos.



CIUDAD

ONIROMANCIA

Existe una ciudad en donde a veces retumban sonidos que resquebrajan las lisas e invisibles películas de las paredes que celosamente la contienen. Allí los rayos de sol o de luna osadamente irrumpen en su extensión, acusando nerviosos cosas extrañas que a veces suceden.
Cuentan algunos ciudadanos (los pocos que han notado estas manchas de luz en el manto de la robótica corriente de los días), que la guerra de historias fantásticas es la causa de los largos meses de lluvia.
Tantos sucesos hablan al tiempo entre la horda que no cabe en esta cementosa pecera, que es por eso que las paredes sudan intentando en vano contener tanta energía. Hay tantos vapores que se elevan muy alto como un solo melodioso hasta chocar con el techo invisible, mutando lentamente hasta convertirse en una temblorosa gota que ha de caer regresando al punto de partida en la ciudad. Por eso llueve sin cesar.
Pero esta historia comenzó cuando la lluvia desapareció repentinamente.
Las puertas blancas de una Casa Fría y Calculadora ya estaban cerradas como quien mordiéndose los labios esconde un secreto tentadoramente jugoso, que por juramento no se puede revelar. Adentro las cuatro lámparas de la casa sudaban y emanaban por sus poros un vapor como el que antecede el profundo aroma de un libro de hojas secas, pino y vainilla, que se abre después de haberlo liberado de un laberinto de cedro. Algo iba a suceder.
Mientras tanto, afuera se escuchaban unos tañidos perfectos e iguales como pasos matemáticamente pausados. Cada vez se acrecentaban y se dejaban adornar en los vacíos de silencio por ecos que parecían tres voces negras, gruesas y vibrantes.
Así, el timbre de la Casa Fría y Calculadora pidió audiencia en este episodio: anunciando al visitante hizo tres llamados en cinco segundos y luego regresó al mutismo.
Una guardiana, bueno, más bien una mujer de palabras claras, contra su voluntad disfrazada de guardiana, se acercó a la puerta abriéndola con ademanes de acostumbrada monotonía y con su voz enmascarada de frases que debía repetir tras horas enteras, se dirigió al visitante diciendo: Bienvenido a la Casa Fría y Calculadora, pase usted…Señor Solo.
El Señor Solo es el personaje. Todo un personaje que se ha hecho Solo a imagen y semejanza de sí mismo: ha crecido Solo sobre sus dos pies y asimismo ha tocado Solo las nubes, ha inventado Solo su casa, ha soñado Solo un mundo perfecto y se ha alimentado Solo de frutos no perecederos.
 Quisiera ver a mi Niña Azul... ¿Acaso se ha escondido para pretender asustarme con una nueva peluca de luna o un maquillaje de hielo? Replicó con ojos alegres y cristalinos el Señor Solo, que escondía algo entre sus manos.
 -No ha de preocuparse usted. Ella juega con sus jugadores a atrapar libélulas coloridas, pero el tiempo se ha terminado. Llega usted a tiempo. Dijo la guardiana con aire de complicidad.
En esta casa las canciones y los juegos se congelan cuando algún habitante deja salir de su boca la vasta palabra Tiempo…y al escucharla todos vuelan a otro rincón donde quizá pueda llover.
Así pues, tras la partida repentina de los jugadores, bajo el arco de una puerta antes sellada, los ojos de la Niña Azul brillaban y una sonrisa sin palabras saludaba calurosamente al Señor Solo que estaba sentado en una esquina. La luz de una de las cuatro lámparas jugaba con su tez al claroscuro, mientras sus alas de una sola pluma se erguían caprichosas a los lados sin acomodarse a la geometría del lugar.
No dejaban de mirarse el uno al otro, como si entre sus pupilas hubiera un imán.
La guardiana observaba tal escena y aunque no comprendía mucho, lo hacía con toda su devoción como cuando el público persigue el canto de Madama Butterfly al ver a Pinkerton: la Niña Azul llegó primero ante él.
Aunque estaba ansiosa, esperó pacientemente hasta que el Señor Solo se compusiera y recuperara el revestimiento de lunares de cristal de agua que protege su cuerpo alado. Después él habría de ponerse de pie para saludarla con un fuerte abrazo…y digo tan sólo un abrazo, pues a los dos los ataca la timidez cuando se dan un beso en público.
Ante la desilusión que se llevó frente a semejante saludo tan poco explosivo, la guardiana expectante dio todo por terminado y marcialmente se dispuso a cerrar los telones del aposento congelado para invitar a las dos criaturas misteriosas a salir a la ciudad de paredes cóncavas.
-¡Espera mi Niña Azul! Es el momento de desenterrar una nueva. Te traje este regalo. Interrumpió el Señor Solo refiriéndose al secreto que permaneció quieto y callado durante todo este tiempo en medio de las corrientes frías y sorpresivas de los blancos dedos de su mano.
-¿Qué será, acaso una cajita de música de cuerda o un perfume abrasador, un dulce de la mística cocoa, una caricia de seda o más bien un puñado de flores de colores lunáticos? Dijo la Niña Azul con ojos soñadores.
El Señor Solo abrió lentamente su mano dejando brillar ante los ojos inocentes de ella la magia de una Flor. Y no una cualquiera, pues esta flor era una especie de observar con cautela por la línea de colores bermejos, marfiles, azulados y esmeraldados, que difícilmente se podría seguir de principio a fin.
Sus pétalos parecían carnosos y fuertes, pero al tacto eran simplemente una ligera película que pendía de la realidad, uniéndose a un borde purpúreo que contenía el centro generosamente poblado de formas redondas diminutas entre blancas y quemadas, atravesadas por ligeras agujas azules en su mayoría, entre otras verdes, fucsias y plateadas.
-Esta no es como todas las demás, y pocos la conocen porque nace y muere en lugares atestados de laberintos naturales de los que sólo seres como yo hemos podido salir. Yo busco esta flor, porque sé que nadie más la puede encontrar. Tiene magia y conoce muy bien a todas las plantas a su alrededor. Siente los pasos de los animales o de curiosos y se esconde, pero puede curar a los que están muy cerca. Sólo escoge a un amigo, y de él, guarda todos sus tesoros. Respondió el Señor Solo con un poco de misterio, acercando lentamente la Flor a las manos de la Niña Azul, mientras trazaba círculos acariciando con orgullo el centro de la flor domada, que al tacto se camuflaba en unos visos azules llenos de luz.
Ella, ilusionada, no esperó mucho y con ansiedad se apoderó de los ademanes del Señor Solo para hacer lo mismo sobre el centro de la Flor, sin obtener éxito alguno. Pero al repetir esta acción unas cuantas veces más anhelando maravillas, algo extraño sucedió. De los costados purpúreos del centro de esta Flor empezaron a crecer pequeñas hojas que rápidamente se fueron abrazando unas a otras formando un tubo que en pocos segundos atrapó el dedo de la Niña Azul.
Ella no sabía qué hacer pues nunca había estado lista para zambullirse en sorpresas tan extrañas, y si alguna vez había llegado lejos, tan solo se había atrevido a reír de locura mirando el horizonte junto a su sombra hedonista.
Esta vez el tiempo era poco y el Señor Solo se decía para sí que de este modo las cosas no debían suceder, mientras el tallo de la Flor gobernaba más espacio en el dedo de la Niña Azul. Ella buscaba con sus ojos voladores la ayuda de su sombra loca.
La guardiana hace mucho rato había abandonado la Casa Fría y Calculadora para meterse en un bus gusano viendo las calles corriendo al revés, y nuestros extraños tortolitos no habían podido tener la oportunidad de anclarla en ese lugar como ayudante o testigo para cuando contaran semejante hecho tan descabellado a sus amigos. ¿Quién lo creería?
A este punto la Niña Azul tenía un largo dedo de color verde que se extendía erguido finalizando orgullosamente con una hermosa, extraña y exótica Flor. ¿Cómo explicar esto a los demás?
Era algo tan ilógico que simple y evidentemente era…para destornillarse de la risa. El Señor Solo parecía a veces estar a punto de cantar o de estornudar de la risa, mientras las pequitas de la Niña Azul estaban a punto de estallar en un temblor de carcajadas. Parecían Polilla y Mostaza burlándose de la embriagada velada romántica de Titania y su animal encantado.
-¿Si ves? No importa. Aquí estoy yo. Todo tendrá solución. Me gusta verte reír, mi Niña Azul, y también me gusta quedarme contigo absorto en el silencio esperando a que te imagines mis alas sin tener que mirarlas, a que me admires sin estudiarme. Dijo suavemente el Señor Solo abrazándola por la espalda.
-Y a mi me derrite el alma cuando me abrazas tan fuerte que puedes sentir los latidos de mi corazón y adivinar mis ideas que están naciendo en el aire. Pareciera que las respuestas fueran muy fáciles de encontrar. Respondió ella sin perder aún su timidez enmascarada. Otro abrazo estrechado no dejó ver qué sentían o decían en esos momentos, y la noche vestida de cansancio se apoderó de ellos.
-La isla se hunde para llevarnos al mundo de los sueños. Vamos y te llevo a tu casa. Respondió el Señor Solo ya entre-dormido.
-Vamos tú, yo y ella. Ahora no estamos solos. Respondió la Niña Azul avanzando a pasos soñolientos. Arrullados por la noche mientras volaban veloces en el agua de la ciudad, pensaban en el modo en que debían adoptar y cuidar a la Flor incidental dándole vida cada día para que no muriera.
A veces, releyendo este cuento onírico, dudo si el que llevara la Flor incrustada en el dedo debería ser el Señor Solo. Bueno, sólo digo esto por intentar hacer un balance en la vida, porque el sexo femenino siempre carga con el peso de la terrenalidad y la fecundidad matando los encantos del alma, mientras el masculino puede moverse más alto en el vuelo de la espiritualidad, creyendo, reinventando y olvidando la copiosa misión de cuidar lo que haya sembrado en la Tierra.
No es tan sencillo. Ésta es la primera vez que he creado unos personajes tan fantásticos que ni yo mismo conozco y me aterra admitir que no sé cuál será su vuelo porque se han salido de mis parámetros, como si se hubieran metido en esa densa y borrosa lluvia de todos los días. O quizás llueven tantas historias e inventos fantásticos en esta ciudad hacinada que se convierten en ruido y los artistas no logramos comprender nuestros propios trazos. Lo mismo le debe suceder a Dios.
En fin, unas horas más tarde, la Niña Azul abandonó el mundo onírico para abrir sus ojos lentamente, sintiendo un fuerte dolor en su dedo índice. Levantó su mano en medio de la oscuridad de la madrugada y se dio cuenta que no existía ese largo tallo que se estiraba hasta convertirse en Flor, y en cambio había un brillante anillo que aprisionaba incisivamente el dedo cortando la circulación.
Se sentó en la cama aterrada y, a pesar del dolor, logró retirarlo lentamente.
Cuando un calor aliviador abrazó su dedo osado, ella observó el anillo que estaba ahora en la cama titilando con un reflejo de la luna, como si estuviese llamando su atención.
Sólo pensó que era un anillo tan lindo que no podía dejar de mirarlo.
Luego volvió a su mente el sueño de la Flor, la Niña Azul y el Señor Solo, que aún permanecía tibio en su memoria tan claro y real, encantador.
Ahí, muda y ausente en la madrugada de tiempo inmóvil, escuchó el tamborileo de las primeras gotas de lluvia de un nuevo día.
Aún se preguntaba por qué había aparecido ese anillo en su dedo índice. ¿Acaso había algo importante para recordar?